En el mercado de las aplicaciones gratuitas, predominan
aquellos juegos donde subir de nivel, y obtener mejores armas, es más
importante que disfrutar de una buena historia con música. Tal es el caso de
Lost in Harmony, donde su principal objetivo es emocionar al jugador mediante
su trama y sus composiciones musicales.
El juego, del director de Valiant Hearts, cuenta la
historia de Kaito, un chico que viaja por diferentes lugares del mundo en
patineta, junto con su novia Aya. Una historia que puede no llamar la atención
si se cuenta, pero con la coreografía y la música que contiene el juego, se
torna adorable y emotiva. Esa es la idea del director, Yoan Fanise: intentar
combinar música y narrativa, para emocionar al jugador, sin ninguna palabra, en
ningún lenguaje.
Empecemos por lo más importante: la música. El soundtrack
está compuesto de diferentes géneros: electrónica, orquesta, cine blanco y
negro. Cada uno de estos estilos encaja con cada escenario. El ritmo siempre va
en relación a la jugabilidad: los escenarios sin dificultad y en armonía,
suelen tener música New Age y relajante. En cambio, cuando empieza el peligro,
y la dificultad aumenta, es música más rápida y épica.
La jugabilidad es sencilla: el protagonista va en
patineta, cargando a su novia, y tiene que moverse a los lados, y saltar, para
esquivar los obstáculos. El objetivo de cada nivel, es llegar a un porcentaje,
que varía dependiendo de cómo juegues: puedes recoger puntos y aumentar el
porcentaje, pero el porcentaje disminuye si chocas con algún objeto. Como el
protagonista maneja la patineta hacia adelante, el jugador sólo puede ver los
objetos que vienen de atrás. Aunque también hay flechas que indican cuándo un
objeto viene de adelante. Luego de un rato esquivando obstáculos, el escenario
se pone más tranquilo, y el siguiente objetivo es sólo tocar los puntos de la
pantalla, para obtener más porcentaje. Este porcentaje tiene que llegar al 50%
para pasar de nivel, y avanzar en la historia. Puedes elegir jugar cada nivel
en normal o difícil, y el juego te calificará al final de estos niveles,
siempre y cuando llegues a más del 50%.
Hay más de 30 escenarios, donde se empieza normal (ir en
patineta por una calle). Con el pasar de los niveles, estos escenarios se
tornan más locos y épicos, desde intentar sobrevivir a las olas del mar, hasta
esquivar las bombas en una película de guerra en blanco y negro.
Si bien la jugabilidad no es el punto fuerte del juego
(además, no sincroniza con la historia), también lo hace especial el apartado
gráfico. Las animaciones están bien detalladas, y los escenarios se notan que
están hechos con dedicación. Los dibujos son una mezcla entre cómic americano y
manga.
La historia toma lugar en las cinemáticas, que están
entre niveles. El juego no necesita palabras para crear una historia
emocionante. En las cinemáticas sólo están los protagonistas mandándose
mensajes por celular, contando la historia. Pero la verdadera narrativa está,
como dije antes, en la coreografía, la música, y el ritmo de los niveles.
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